Enok: El profeta de Cansahcab

350 200 Cansahcab, Yucatán

En la península de yucatan y más allá de sus fronteras, viejos viejos pobladores cuentan que por la década de los veinte existió un enigmático personaje llamado Enok, cuya solo presencia infundia temor y respeto en el común de la gente.

Dicen quienes lo conocieron, que su aspecto era el de un vagabundo que en el hombro siempre llevaba una pita de yute y se sostenía con ayuda de un pedazo de palo.
Se alimentaba solo con miel o agua y tenía parecido con los apóstoles de la era cristiana, de ahí quizá derive el sobrenombre de Enok, personaje de tiempos bíblicos.
Para algunas personas era un loco, un vividor; para otras muchas era un auténtico profeta que vaticinaba los sucesos del porvenir. Para estas últimas, -hasta hoy día-muchas cosas ya se han cumplido o están por cumplirse.

Lo que puede deducirse de estas creencias es que Enok comenzó su misión profética en tierras yucatecas en momentos en que en Cansahcab se sufría de una gran depresión económica -semejante a la actual-y las constantes crisis políticas eran el pan de cada día.
Esta extraña persona cuyo nombre era Lauriano Ojeda recorrió Mérida de barrio en barrio en busca del concurso de multitudes para predicar atravez de enormes pasajes bíblicos la desgracia y desaliento de los pobres,que no lo seguían para cambiar el orden social por uno más justo.

En Mérida provocaba risa de algunos, la indiferencia delos demás y aveces el ataque agresivo delos muchachos callejeros.
No existen evidencias de que hubiera conformado una secta contestaría en Mérida,lo que hace pensar que el ambiente urbano local sus prédicas no fructificaron por lo que tuvo que emigrar.

Y es aquí en el medio rural dónde encontramos múltiples testimonios de personas que escucharon lo voz profética de Enok, que a través de a tradición oral se transmite de padres a hijos. El relativo éxito de sus andanzas por diversos puntos dela península seguramente se debió asu plena identificación con los lugareños, pues siempre les hablaba en lengua maya.
En la hacienda San Antonio Tehuitz, aún los recuerdan, se dice que un día estando bajo un frondoso ceibo un grupo de amigos, de pronto se les apareció Enok, y frente de ellos con las manos extendidas, les dijo las siguientes profecías: “Un cuarto de siglo antes del 2000 habrá una intensa sequía, ganarán mucho dinero pero siempre serán pobres.”

Cuando Enok finalizó su perorata, se dirigió a uno de los campesinos y le pidió agua para beber, la cual le fue negada bajo pretexto de ser un flojo al poco rato esa agua se evaporo del calabazo que llevaba esa persona.
Enok se dirigió a pie hacia Cansahcab.

En Bolonchén, campeche cuentan que a Enok lo apresaron y encerraron en una celda oscura y que ahí sin tener papel ni lapiz, dejó escritas varias calamidades que sufriría la población por haberlo tratado mal. En México se tuvo conocimiento de que varias personas le pidieron que las curara pero les dijo que en un vaso de agua pusieran tres rosas y encendieran veladoras y los que bebieron el agua se curaron.
A su paso por Oxkutzcab, Enok predicó en el arco de la Ermita y que desde ese elevado y apartado sitio se escuchaban sus profecías por todo el pueblo.

Dicen que en Tzucacab muchas personas lo vieron caminar sobre la vía del tren como si flotara. Cuando se avisó que se dirigía hacia esa comunidad, Enok ya había llegado.

En Chetumal se burlaron de él, lo encerraron en la cárcel pública y ahí le cortaron el pelo. Molesto por estas acciones en su contra, a los lugareños les profetizó que la ciudad se inundaría y el mar se los tragaría años más tarde en 1959, el huracán “Janet” azotó Chetumal en uno de los peores desastres que se recuerdan.
En esos momentos difíciles que vivió el hermano estado, no faltaron los ancianos que en voz baja recordaran que aquella tragedia la había inaugurado Enok…

Un personaje que ahora es considerado un mito para algunos, leyenda para otros, y una realidad para algunos. ¿Te pareció interesante? ¡Queremos conocer tus comentarios!

 

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